Cuando el mercado sube como lo ha hecho, en un ambiente bajista y con un sinnúmero de problemas aún sin solución aparente, lo mejor es pensárselo varias veces antes de comprar.
Uno de los secretos de operar en los mercados es ir siempre con la tendencia principal. Puede que en el rabioso corto plazo me equivoque, puede que haya entrado un poco a contrapié. La probabilidad de un error si voy con la tendencia principal es muy inferior a hacerlo en contra. De momento lo lógico es estar fuera o preparándose para cortos. La crisis actual está tomando una dimensión descomunal. El sector bancario está hecho polvo, los dividendos merman, el crecimiento del beneficio es una quimera, el fin de la crisis ni se sabe donde está ni se adivina, etc. Ponerse para arriba, personalmente me parece una estrategia de cinta en la frente con un círculo rojo y trago de sake.
Por otro lado lo que ha ocurrido en las últimas semanas es que se ha producido una presión bajista clarísima. Pueden decir que si los cortos tal y cual, que si ha habido cierre de cortos, el papel lo aguanta todo y los analistas aprenden con el tiempo a ser tibios y escurridizos. Los mercados bajistas son rápidos, pero la tendencia está ahí.
Observemos lo sucedido en el futuro del S&P 500 los días que llevamos de rebote no alteran en absoluto la tendencia y existe la posibilidad de que se esté tocando una zona de resistencia. Por otro lado después de un movimiento a la baja tan intenso parece razonable esperar una reacción. De momento lo más lógico sería esperar caídas a corto, pendientes de confirmar.
Pongámonos en que el planteamiento está mal y que los mercados se dan la vuelta o que viene un super-rebote de meses. Da igual, es rarísimo que un mercado bajista se de la vuelta sin figura. En el mejor de los casos tendríamos un movimiento lateral o una figura (al menos un doble mínimo o un fallo) en formación de la que no sabemos nada.
Ahora recordemos las declaraciones de Bernanke, Trichet y otros: vamos que nada, que las cosas van a mejorar. Ya, y voy yo y me lo creo. ¿Estos dos que la han liado parda nos van a dar ahora lecciones de pronóstico macroeconómico y de lo bien que lo hacen? La General Motors al borde de la quiebra, el sector bancario ganará, claro. Puede que mejoren los resultados operativos, pero ¿el agujero se ha saneado ya? La deuda a largo plazo arde en las manos y el riesgo de que el inversor se tire en plancha a los plazos cortos es un hecho. Por otra parte ¿Cuánto tiempo queda para que suban los tipos de las letras y el tramo largo se venga abajo?. Está muy bien que a los bancos les presten el dinero gratis, pero a cuanto y a quién lo prestan ellos. Las medidas adoptadas hasta ahora son, exclusivamente, para salvar los muebles al sector bancario o a sectores que ya estaban tocados antes de la crisis. Se intentó frenar la caída de la vivienda, se intenta, por todos los medios, mantener un sector bancario zombie. Se intenta mantener unas industrias que se tambaleaban ya en tiempos de bonanza y ahora, y ojala me equivoque, se intentan mantener las cotizaciones para que los ratios de solvencia no vayan a peor (y los planes de pensiones, etc.)
De momento a mi personalmente me parece que entrar al trapo a lo que es, de todas todas, un rebote, o en el mejor de los casos, un tramo dentro de una figura más amplia, son ganas de complicarse la vida.