En las tres últimas sesiones se ha producido un impresionante movimiento al alza. Si bien el panorama económico sigue siendo deprimente, un par de noticias han servido para impulsar los índices de forma fulgurante, eso sí son un volumen muy bajo. Las especulaciones de que van a seguir publicándose resultados mejor de lo esperado (especialmente en bancos) están animando al mercado.
Para poner un poco de perspectiva conviene mirar atrás, aunque es una labor complicada. El rebote iniciado en marzo, después de una fuerte caída, carece de figura. No hay acumulación, ni nada por el estilo. El movimiento lateral posterior, al margen de si es una figura de cabeza y hombros u otras cosa, suele darse con cierta frecuencia después de rebotes en mercados bajistas. Los mercados experimentan un repunte por cierre de cortos y apertura de posiciones largas especulativas, posteriormente se produce un movimiento lateral y de nuevo abajo. Esto es lo que pensaba un número importante de analistas y gestores. Se comentó mucho la existencia de una figura de cabeza y hombros y algunos abrieron posiciones cortas. Luego vinieron las recomendaciones y los beneficios mejor de lo esperado. Posiblemente buena parte de la subida de los últimos días es por cierre de cortos, porque el volumen sigue siendo bajo.
Si manejamos la hipótesis alcista todo está estupendo. Telefónica podría haber tenido un pull-back. Vuelta alas alzas a atacar la zona de los 16,35. BBVA también está bien, rompiendo los 9,15 y con un margen al alza que podría ser importante. Repsol está atacando resistencias y podría volar si rompe los 16,30. En valores más modestos parece que también hay recorrido. Además se han publicado alguna noticia que, personalmente, parece ser digna de consideración. El indicador ECRI parece mostrar que el final de la recesión podría estar muy cerca. Y aquí el enlace al artículo de Newsweek sobre el fin de la recesión. Así que para una vez que teníamos algo un poco claro volvemos otra vez al desconcierto de los últimos meses (o más).
El problema es que la hipótesis de que estamos en el invierno de Kondratieff parece bastante coherente. Las alarmas suenan por todas partes: deuda disparada, bancos que siguen con problemas (a pesar de que den beneficio el problema está en el balance), desempleo, morosidad, etc, etc y, sobre todo, es que parece que ha terminado una época.
Pero los precios son los que siempre tiene razón, podemos hacer sesudos análisis, que si no se cumplen no valen para nada y la realidad es que el mercado ha dado un tirón fuerte en tres sesiones, que muchos están (estamos) con el pié cambiado y que como se rompan resistencias estamos de nuevo compuestos y sin novia.
Observemos con detenimiento el gráfico del Dow Jones. La figura marcada en azúl que se desplegó durante el mes de mayo rompió al alza pero el movimiento se fué abajo rápidamente. Primera consideración: después de una figura se rompen resistencias pero el movimiento es muy flojo, señal de debilidad. Posteriormente se produce un movimiento bajista en que se pierde el soporte de los 8200. Segunda consideración: parece que se confirma la debilidad, parece que el movimiento al alza ha concluído. Pero resulta que en tres sesiones el Dow Jones recupera 550 puntos, nada menos. Para el resto de los mercados occidentales las circunstancias son bastante parecidas, una aparente ruptura en falso, caída y recuperación posterior. En el caso del Ibex volvemos a atacar la zona de resistencia de los 9.900.
A pesar de que puedan tener razón los que opinan que el mercado bajista se ha acabado, sería un caso bastante raro, sin pistas, sin figuras, sin volumen, pero conviene no sorprenderse de nada en bolsa.
El gráfico de BBVA habla por sí mismo, parecía una rotura en falso pero hoy confirma la ruptura con algo más de volumen. La figura parece fiable y parece que podría tener algo más de recorrido.
Las tres últimas sesiones le repiten a uno que a pesar de que se crea con experiencia y conocimiento en bolsa uno siempre es un principiante. De momento conviene no echar las campanas al vuelo. Rotura en falso arriba, otra abajo y ahora a saber. Hay poco volumen, las cotizaciones suben y bajan con muy poco y el embiente sigue siendo especulativo. Esto quiere decir que las jornadas desconcertantes y el comportamiento raro puede seguir produciéndose porque si falta el inversor final (que o está líquido o de vacaciones) esto es un juego de suma cero.