Después de un fuerte movimiento al alza hemos tenido un par de sesiones de caídas. Sean las que sean las motivaciones que se pongan para las caídas, el ambiente que ha dominado las alzas desde hace meses tiene poco que ver con la percepción que tiene el hombre de la calle es radicalmente distinta a la que muestran los mercados y la propaganda institucional. De brotes verdes nada y si vamos al detalle, los indicadores de confianza han subido porque han subido las bolsas y éstas lo han hecho porque los indicadores han subido. El desempleo sigue creciendo en los Estados Unidos y el consumo sigue muy débil. Hay quien dice que no es raro ni el aumento de la productividad ni el aumento de los beneficios debido a que, de momento, las empresas han hecho un ajuste en costes. Los negocios menos rentables o se han cerrado o se han aligerado las plantillas. El beneficio sube por el lado de menores costes, no de más ventas. A todo esto hay que añadir un fuerte aumento de la presión fiscal que puede deprimir aún más el consumo.
Hoy mismo se empezaba a decir a las claras que viene otra oleada de crisis bancaria.
Vayamos a los gráficos.
La corrección reciente no parece el principio de un desplome, al menos de momento. De hecho los gráficos parecen indicar recorrido al alza, justo lo contrario de lo que indica el olfato de algunos fundamentales. Recordemos otra oleada de problemas bancarios, meses tradicionalmente malos. Pero los gráficos podrían indicar una pequeña corrección previa a otro tramo al alza.
El Dow Jones sigue fuerte a pesar del pequeño traspiés. La zona de los 9000 se ha respetado y estamos en la primera corrección después del fuerte escape al alza iniciado a mediados de Junio. El gráfico no indica problema alguno, lateral a corto y alcista de fondo con posibilidad de irse a 10.000 o más.
Los gráficos en el resto de los índices nos dicen básicamente lo mismo. Si intentamos hacernos un cuadro del sentimiento de agencias y analistas el panorama general sigue siendo esquizoide. La ruptura no era esperada por nadie. El flash-trading y, en general, las sospechas de que algún banco de inversión norteamericano no sea más que un gigantesco hedge fund que usa dinero público con la consiguiente manipulación de los mercados es algo que está bastante extendido. Se ha pasado de un extremo a otro. Pero llevamos tiempo así.
De los valores que componen el Dow Jones tenemos el siguiente panorama:
Los dividimos en cuatro grupos
Buen gráfico: Sólo uno, Coca Cola
Posible recorrido al alza a corto plazo:
Travelers CIES
American Express
Bank of America
Johnson & Johnson
JP Morgan Chase
HP Compaq
Objetivos alcanzados, venta:
3M
DuPont
Anodinos, no dicen nada: El resto
Mensaje claro y rotundo. Losa grádicos dicen que hay un clara presión compradora en el sector bancario y alguna cosita más, el resto nada, o muerto o moribundo. Y esto cuando está esperándose, según dicen, otro tsunami, que puede ser. Mucha empresa ha aguantado el tirón como ha podido a la espera de eso de los brotes verdes pero como de brotes verdes nada van a tener que echar el cierre. En USA no sabemos, pero en España es una posibilidad a tener en cuenta, por eso la llamada a la prudencia con los bancos.
El gráfico de JP Morgan indica que la figura que se está formando no deteriora en absoluto la tendencia existente. En caso de que los máximos de éstos últimos días se superen podríamos tener de nuevo fiesta. La situación parece exactamente la contraria de la que se produjo hace mes y medio. Si recordamos en tales fechas los técnicos estaban aterrorizados pero los fundamentales no tanto. Se decía que el mercado no estaba barato pero bueno, que lo peor podría haber quedado atrás. Ahora los brotes verdes y demás rollo parece que no pasa, pero los técnicos siguen pensando que esto va a seguir. Los gráficos no dejan lugar a mucha duda si esto tira los bancos pueden seguir siendo protagonistas.
Estamos en una época que será recordada y analizada durante mucho tiempo, lejos de un panorama estabilizado a pesar de lo que nos quieran hacer creer. Hay muchos peligros al acecho: puede haber movimientos en los mercados de divisas, desconfianza creciente en las familias, fuertes fluctuaciones en los precios de las materias primas, etc.. Y esto, quizás, conlleva este inmenso descontrol tanto en las cotizaciones que suben o se desploman en un par de meses lo que en otras circunstancias llevarían años y muestran un abanico de opiniones muy dispar. Esto va con la época y seguirá así hasta que se despejen las dudas, cosa para la que queda mucho tiempo, creo yo.