La semana que termina deja los indicadores en cotas más bajas y, como siempre, con algunas sorpresas. El tiempo da y quita razones, pero el inversor normalmente sabe el motivo de los movimientos cuando es demasiado tarde. También puede ser que los motivos se dan después de que las cotizaciones se han movido, algo de eso hay también. Hay algo llamativo que está sucediendo en los últimos meses: el petróleo sigue estancado e incapaz de superar los 50 dólares. Lo que sucede o no sucede ahí, la mayoría lo ignoramos, pero teniendo en cuenta todo lo que se ha dicho: proyectos de refino abandonados, prospecciones, petroleros en puerto alquilados para servir de depósito provisional, etc. además de los recortes de la OPEP, el barril no sube.
El precio tiene razón siempre y lo cierto es que a pesar de que las cotizaciones hayan caído a plomo en los últimos meses, a niveles de hace mucho tiempo, los proyectos de nucleares se multiplican y parece que el coche eléctrico o casi, está a la vuelta de la esquina. Esto no implica que de la noche a la mañana vaya a cambiar el parque de automóviles, pero sí que la dependencia va a ser menor. Algunas ciudades se están preparando ya para la venida del eléctrico. En España tenemos poco de esto pero en cuanto los alcaldes carroñeros vean una posibilidad de arrancarle el dinero ganado honradamente al trabajador, al que han sabido creale un complejo de culpabilidad por el hecho de querer ir en su coche, empezarán a hacer obras en masa.
El petróleo cuenta ya con varios competidores: los biocombustibles, la energía solar térmica, y ahora el eléctrico y lo que es previsible es que este mix genere un precio del crudo contenido. Hace poco más de un año los artículos sobre el peak-oil, y los pronósticos de Apocalipsis mundial se podían leer por todas partes. No es cuestión de dudar si se ha alcanzado el máximo de producción y las cosas irán a menos, puede ser que tal cosa haya sucedido o vaya a suceder en breve, lo que nos vincula a la aplastante realidad es un petróleo que en el mercado del NYMEX sigue sin levantar cabeza y que en dólares constantes hubiera sido una inversión ruinosa a menos que se hubiera tenido muchísima suerte en los rallys que se han producido.
A corto y medio plazo la clave puede estar en la zona de los 50 pero con Renault y Nissan dispuestos a poner en las tiendas coches eléctricos, el proyecto de Chevrolet (que aunque quiebre la GM seguro que los norteamericanos van a fabricar uno), los de Lexus y Toyota ya funcionando junto con más proyectos que pueden salir, puede que la dependencia vaya a menos en los próximos años. Renault parece que planea presentar su eléctrico con la ocasión de la olimpiada de Londes.
Todo esto no es más que una conjetura, vale, pero conviene ser prudentes antes de apostar los ahorros en un movimiento al alza brusco del crudo. Hace meses que se promocionaban ETF del petróleo y lo único que ha habido es una trampa alcista que ha podido cazar a unos cuantos. Los mercados son siempre difíciles, pero en estos tiempos, más.