Deberían decir brotes verdes en un paisaje lunar. El panorama sigue siendo preocupante y el círculo vicioso sigue estando ahí. La semana pasada se publicaron datos de consumo, ejecuciones hipotecarias y peticiones de subsidio de desempleo algo mejor de lo esperado, pero las cosas siguen estando mal y las soluciones que se están aplicando fuerzan a muchos a pensar en una prolongación de la crisis.
La subida de las bolsas es un motivo más para que el ánimo general mejore. Si las acciones suben es que se espera que las cosas mejoren ¿No? Pues puede que no. En los Estados Unidos el desempleo sigue al galope y comienza a generalizarse el subempleo, algo que en España está cerca de ser norma. Con un paro alto difícilmente va a reactivarse el consumo, pero la peor parte se la lleva la morosidad bancaria que puede seguir siendo alta. En relación al famoso stress-test muchos lo califican de farsa.
A por Greenspan
Hace ya meses la blogosfera comenzaba a dar síntomas de que la FED estaba en el punto de mira, ahora es casi más evidente. Las críticas a Greenspan, al bombeo de liquidez y al consiguiente engorde de la burbuja son ya un clamor. También lo es el hecho, difícilmente discutible, de que todas las ayudas en curso van a compañías ineficientes a las que debería dejarse morir en paz. Normalmente todos estos parches a las vías de agua lo que dan lugar es a un crecimiento de la deuda sin que se produzcan beneficios a futuro y a que se prolongue la crisis artificialmente. El problema es que hay unos señores, a los que se llama políticos, que tienen miedo de que una hecatombe se los lleve de por medio, taponan en el corto plazo, dejando así el marrón a largo plazo.
Al margen de todas estas consideraciones el sector bancario norteamericano experimentó una corrección la semana pasada, tocando una zona de soporte al cierre de semana. En estos momentos parece que reacciona al alza, pero el sector está haciéndose zombi por momentos.
En relación a la inversión pura conviene considerar la idea de que el sector bancario sigue en una situación peor que delicada. Las recomendaciones de JP Morgan recomendando comprar obligan a ‘mosquearse’ porque normalmente esta clase de noticias de agencia dan paso a un tsunami de papel.
En España parecido pero peor. Con un paro galopante y con unas medidas que lo que intentan es reactivar el consumo tímidamente se está malgastando el dinero en el corto plazo para dejar una ruina a largo. El consumo va mal, y si el paro sigue estando en niveles estratosféricos, se puede romper la cuerda y comienzan las ejecuciones bancarias y la morosidad, malo para los bancos y especialmente para las cajas que necesitarán de más dinero público. En mi opinión el sector bancario, después de un repunte bestial al alza arde en las manos, pero antes de tirarse a la piscina conviene mirar los gráficos. Casi nada es lo que parece y la visión errónea de las cosas es la norma en este negocio.¿Está todo tan mal como parece? Gran pregunta. Los brotes verdes esos que dicen pueden ser un espejismo o no, lo que parece claro es que muchos deben estar pensando más en salvar su trasero que en otra cosa y nada como dar esperanzas para aguantar un poco más.
Los bancos han tenido un comportamiento dudoso en zona de resistencia pero no hay confirmación de la caída. Santander tiene un primer soporte en la zona de los 6,60-6,70. BBVA podría tener un primer soporte en los 8. Popular está parecido tocando la primera zona de soporte.
En conclusión: malas vibraciones otra vez y un enorme tramo al alza que debería corregirse. O lateral o para abajo pero una ruptura al alza ahora parece difícil.
El gráfico de BBVA nos muestra como los síntomas de debilidad se producen cerca de la media móvil de 200 y como la recta de aceleración del movimiento al alza se ha perdido. Esto no quiere decir que vaya a producirse una caída brusca pero sí que avisa de que podemos entrar en un proceso correctivo del tramo que se ha producido y esto en el mejor de los casos porque otra opción es que el mercado bajista continúe. El mercado no está para alegrías. Muchos, como yo, han visto con cara de tontos frente a la pantalla como las bolsa subían y subían, pero es que como hace un mes, tirarse a la piscina tiene enormes riesgos. Los mercados se dieron la vuelta sin avisar, cosa que suele ser rara. Ahora pasan por un periodo de volatilidad relativamente baja, cierto optimismo y todo eso después de un tirón fortísimo. Conviene recordar aquello de que ‘es mejor dejar pasar la oportunidad que perder el capital’.