Si repasamos las noticias y los artículos que pueden leerse por la web seguimos en ese ambiente de noticias negativas, salvo algún dato publicado que ha dado alas al mercado últimamente.
El plan de activos tóxicos de Geithner ha sentado mal. Muchísimas voces cualificadas de todo el espectro pseudoideológico han echado bilis. Viñetas, chistes y espumarajos por la boca por todas partes. De la reunión del G-20 no se espera gran cosa, aunque puede que salga algo, cuando menos se espera salta la liebre. La amenaza de un fiasco en el Este de Europa parece que está más cerca, con Ucrania al borde del precipicio, pero seguida de cerca por otros países.
El panorama patrio no está para trotes, quien más y quien menos tiene en mente la porra de la próxima caja intervenida. Si frente al ciudadano de a pié la clase política está desprestigiada, esto es un paso adelante más. El marrón promete no hacer distinciones entre comunidades históricas, protohistóricas o paleontológicamente identificables, ni en colores políticos dentro de la estrecha banda de matices de gris de esta clase política que soportamos, que extiende sus tentáculos sobre cada céntimo que osamos ganarnos. El glorioso retiro de algunos políticos de primera y segunda fila, pero suficientemente conocidos, está en las cajas (¡oh!, que gran labor social cuando dejen seco al Fondo de Garantía y a Cristo que lo fundó), también hay politicos famosillos en fundaciones y empresas.
Sorprendente noticia de Tele 5, abierta a una fusión. Una fusión siempre es una derrota porque cuando dos se fusionan el resultado es más pequeño que la suma de las partes iniciales. Los medios de comunicación están K.O.: Prisa hecha polvo, Tele 5 igual, Antena 3, La Sexta empantanada, todo fatal. Esperan una manita del gobierno para que autorice el pay-per-view a través de TDT, lo único que puede salvarlas. Lo otro que dicen que no es otra cosa que quedarse con la publicidad de las televisiones públicas ayudará, pero el tema gordo está en el pay-per-view.
Los mercados mientras tanto rebotan. Buenos datos de vivienda y actividad manufacturera impulsan las bolsas pero lo que hay al fondo sigue siendo desolador. Quiebra de automovilísticas y traumática renovación (si la hay), fondos enfangados en ello, CDS disparados y cierto impulso en el sector bancario, cosa que, a pesar de lo que digan algunos, sigue oliendo a rebote y nada más. ¿Seguirá el rebote? Pues ni idea. Pero lanzarse a comprar en las circunstancias actuales sigue siendo una decisión difícil. Los mercados han estado más o menos equilibrados en los últimos días. Hay una figurita que puede verse en los gráficos horarios y los índices ahí están, cerca de resistencias pero impulsados, sobre todo por los bancos.
En los mercados de valores europeos y norteamericanos conviene echar un vistacillo a algunos que no tienen mal gráfico, aunque sin tirarse a la piscina.
ALSTOM: Parece estar formando un triángulo de suelo, quizás.
ACCOR: Cuatro toques a la zona de los 25 donde rebota.
CAP GEMINI: Dos apoyos en 21 y para arriba.
SCHNEIDER: Tres apoyos en 41, última caída no alcanzó el soporte y sube.
AIR LIQUIDE: Doble apoyo en soporte también
MAN: Posible figura suelo, soporte en 30.
Observación: Empresas industriales casi todas. BMW, Linde y SAP están en una situación parecida. ¿Por qué? No lo se. Pero la realidad es que en este tipo de empresa parece que hay empuje. Si nos vamos a España tenemos a Técnicas Reunidas, Acerinox, Amper, Indra quizás pero algo peor. En los Estados Unidos Intel e IBM no tienen mala pinta pero no son de las de arrancar viruta, chispazos y metal fundido como las anteriores.
Conviene seguir al margen pero en estos valores que han aguantado tan bien merece la pena ir fijándose. No tengo ni idea de si esto es un augurio, o sea, que se acabó la economía financiera, los castillos en el aire y volvemos a la industria, al sector primario y a actividades de este tipo. Está claro que el sector financiero tiene que redefinirse y eso pasa por hacerse mucho más pequeño, ya que se acabó el chollo de vender fondos y dar créditos. La banca está frita y tiene que pasar por su travesía en el desierto durante mucho tiempo. ¿Qué queda? Pues el producto físico, tangible. Esto es una cosa que se me ocurre, puede que sí, puede que no. Lo que está claro es que en España como no se vaya por ahí, malo.