El mercado norteamericano cayó ayer con cierta fuerza, lo mismo pasó al crudo y al oro. El dólar se ha desplomado frente al yen y ha sido un indicador de la cancelación de operaciones aunque en estos momentos es algo un poco más dudoso que signifique tal cosa. De todos modos la cuestión es que el mercado norteamericano no ha podido con las zonas de resistencia, se ha vuelto en zona de sobrecompra y mantiene todavía la volatilidad alta. Como la mayoría casi nunca tiene la razón parece aconsejable pensar en un movimiento lateral vigente. Los hay favorables a un cambio de tendencia, cosa difícil, los hay que piensan en el Armaggedón, con los siete sellos abiertos y las siete ángeles con las siete trompetas tocando a pleno pulmón. Pensemos que los precios descuentan muchas cosas y que el mercado está en ese inestable equilibrio de siempre. Se ha producido un tramo al alza en dientes de sierra, más bien flojo, se ha toca resistencia y los precios se caen. La caída podría estar agotada o cerca de agotarse, lo que no quiere decir que haya que comprar y el ánimo ha pasado de la moderada alegría del pasado martes al miedo a nuevos desplomes al estilo de octubre.
Parece probable que se produzca una reacción al alza a corto plazo. El Dow Jones, el Euro Stoxx 50 y el S&P 500 han desarrollado un tramo a la baja con dos impulsos bajistas, siendo el último el 61,8% del movimiento anterior en el caso del Dow y ello implica que la ruptura de la línea de tendencia, que serían los 895 puntos de futuro de SP y los 8550 de Dow, pueden dar paso a un nuevo tramo al alza ¿Hacia donde?, ni idea, podríamos ir de nuevo hacia zona de máximos de la semana pasada pero no es fiable. El mercado está lateral y lejos de definirse con claridad. Ahora bien, si se pierden los 8.355 puntos de Dow no hemos dicho nada y hay que replantearse las cosas.